martes, 1 de diciembre de 2009

Escondite

Y decidió esconder en un cuenco la felicidad y cerrarlo para siempre. (quizás NO)

No queremos de nadie nada, cerremos la puerta, tiro la llave...
Con el corazón alicatado hasta el techo se enfreta al combate de cada día, tú, él, vosotros... nosotros, ellos.
Busca un cerrajero, urgente, lo está ahogando... Las llaves en el fondo del mar, y fin de la historia.
En vez de alicatar hubiera sido mejor, un corazón de mimbre como el de Marea... que se dobla pero nunca se rompe.

2 comentarios:

  1. Es imposible esconder la felicidad en un cuenco porque es etérea, se filtra y escapa y ya veras como la respiras de lleno aunque hoy pienses que no, eso y nada mas que eso es lo que mereces...
    Ojala los corazones sin alicatar fuesen como el tuyo..
    Más besitos

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  2. Ay, sí. Por más que tapiemos el alma, dule mucho más que la rompan que que la magullen...

    Un besito!!!

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